El título de la última columna de Claudio Pizarro  en “El Mercurio”  alude al próximo plebiscito constitucional del 4 de septiembre. El Managing Partner de CIS sostiene que el compromiso por el cambio es de todos, incluidas  las empresas.

Momento de decisión, momento de compromiso

El país vive un momento crucial, uno de los más importantes de los últimos 50 años (junto con los de sept. de 1973 y oct. de 1988). Uno que exige el compromiso de todos con un cambio, toda vez que el 68% (Plaza Pública, Estudio 446, Cadem, 31 julio de 2022) considera que tanto el texto constitucional vigente (Rechazo) como el propuesto (Apruebo) requieren modificaciones.

Es un compromiso individual primero, colectivo después y, finalmente, organizacional, ya que las empresas privadas, organismos del Estado y organizaciones de la sociedad civil son parte de la comunidad amplia que conformamos todos los habitantes de este país. Son cambios profundos en nuestro comportamiento y en el de las empresas, para construir un nuevo contrato social que promueva mejores condiciones de vida para cada uno de sus integrantes.

Citando a Aristóteles, la tarea es construir una “vida buena”, lo que se logra con ciudadanos involucrados en lo público, aquello que nos atañe a todos, colocando todas nuestras virtudes al servicio del bien común. La felicidad dice relación con quienes somos y no con lo que logramos. La felicidad es la plenitud de la vida y no solo los placeres; así las cosas, “solo hay felicidad donde hay virtud y esfuerzo serio, pues la vida no es un juego”, dice Aristóteles.

 

IMPULSO DE ICARE

Por lo tanto, las empresas también están llamadas a comprometerse con el país, para colaborar con el proceso de cambio al que nos enfrentamos. En materia de clientes, colaboradores, proveedores y otros stakeholders , es necesario que explicitemos las acciones concretas que empujaremos.

Icare ha impulsado un trabajo denominado “Mejores Empresas”, que propone reducir las asimetrías en sus relaciones con ellos, para lo cual se han realizado conversatorios con representantes de cada uno. De aquí surgen, en materia de clientes, iniciativas como simplificar la redacción de los contratos, la información que entregan a sus clientes, y las condiciones y procesos en caso de devolución por reclamo justificado, entre otros.

En materia de colaboradores: proveer infraestructura y equipamiento que cuide a los trabajadores y sus condiciones laborales, y otorgar flexibilidad y apoyo frente a imponderables. Y en proveedores: cumplimiento de plazos de pago razonables, transparencia en condiciones y trabajo conjunto de largo plazo.

Es un momento de decisión, pero también de compromiso. Esto es clave, porque las empresas son un vecino muy importante de nuestra comunidad, y son parte de nuestro futuro.