Fecha de publicación
noviembre 5, 2024

Fundiciones de cobre y valor agregado

En columna publicada en «El Mercurio», nuestro socio fundador Marcos Lima afirma que más importante que desarrollar fundiciones es aumentar la producción de cobre.

Cada cierto tiempo surge la discusión acerca de nuevas fundiciones en Chile para procesar concentrados de cobre y se escucha la repetida frase: “Hasta cuándo exportamos piedras”, a lo que también se agrega: “Es un bien sin elaboración, aumentemos el valor agregado”.

Resulta increíble que a pesar su tremendo desarrollo, no sepamos que obtener concentrado es el negocio minero y que fundición y refinación son procesos industriales (maquila), cuyo valor agregado es muy menor en comparación con la transformación de rocas con un mínimo de cobre (0, 6% en promedio) en un producto con más de 30% del metal, y que la mayor creación de valor porcentual está en descubrir qué rocas lo contienen.

Producir concentrado exige un gran esfuerzo económico y tecnológico. En los últimos veinte años se han invertido más de US$ 40.000 millones y los niveles de producción ahora serán incluso inferiores a los alcanzados en 2004. Leyes de mineral más bajas, más distancias de acarreo, más dureza y otras variables dan cuenta de lo difícil de esa tarea.

OPORTUNIDAD PERDIDA

Las fundiciones nacionales pierden cada vez más dinero si comparamos sus costos y eficiencia con sus equivalentes en el extranjero, recibiendo un subsidio implícito del negocio minero (Chuquicamata, Potrerillos), y a veces explícito como se refleja en las pérdidas de Enami o en el costo de cierre de Ventanas. Ello se defiende por consideraciones estratégicas o apelando a riesgos ambientales, logísticos o geopolíticos que puedan ocurrir en el futuro. Sincerar esas cifras y conocer sus beneficiarios es una obligación que se le debe al país.

Si se tomara la decisión de avanzar en una nueva fundición, esta debe especializarse en el tratamiento de concentrados sucios (con arsénico y otras impurezas) en los que podría llegar a ser competitiva, ya que Chile concentra parte importante de estos a nivel mundial. Sin embargo, hace más de veinte años, el esfuerzo tecnológico detrás del Convertidor Teniente fue una oportunidad que dejamos morir, al punto que las fundiciones chinas lo mejoraron y es la base de su competitividad actual.

Hoy el foco estratégico no está en desarrollar fundiciones sino en aumentar la producción de cobre… y además en aprovechar la ventana del litio